Más de 150 mil personas han muerto durante la guerra contra el narco. La mayoría, son hombres.
Desde 2006 está guerra ha provocado miles de pérdidas físicas, pero también fracturas psíquicas y emocionales en los sobrevivientes. Con el propósito de “conocer el impacto del narcotráfico en la cotidianidad” la Doctora en Derecho, victimóloga, criminóloga y especialista en política criminal, Verónica Martínez Solares, entrevistó a hombres relacionados con el narcotráfico, funcionarios y soldados, para conocer las vivencias de éstos hombres que también son víctimas de la violencia y no sólo generadores de ella.
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El shock. La experiencia de una vivencia traumática puede provocar en algunas personas una tristeza profunda, así como ansiedad y angustia ante la imposibilidad de cambiar aquello que se experimentó, o modificar las consecuencias derivadas de ese suceso. El estado depresivo profundo exógeno es una condición presente en uno de los hombres que entrevistó la Doctora Martínez. Él era cadenero de un bar, cuando un comando armado llegó y realizó una matanza dentro del inmueble.
La guerra, violaciones o accidentes de alto impacto pueden desencadenar el Trastorno de Estrés Postraumático. Es común que las personas que lo sufren presenten estrés, temor permanente, tristeza, explosiones de ira y flashbacks recurrentes; estos resultan muy dolorosos porque la situación vivida se recrea una y otra vez. Tal es el caso de un policía de élite perteneciente al Grupo de Armas y Tácticas Especiales (GATE). Él sufrió una emboscada donde casi la mitad de su pelotón murió.
El contacto permanente con situaciones emocionales y de estrés en el trabajo es la causa que desencadena el síndrome de burnout. Agotamiento emocional, fatiga y depresión son los síntomas que presentó un funcionario, encargado de dar respuesta a las familias de personas desaparecidas por el crimen organizado.
Las ideas que prevalecen sobre la masculinidad, definen la manera en que los sobrevivientes de violencia viven su victimización y el proceso de recuperación. La Doctora Verónica Martínez identificó que la imposibilidad de cumplir el papel de proveedor y reconocer su vulnerabilidad son factores que agravan el padecimiento psíquico y emocional de estos hombres, por eso, cuando reciben atención médica, ésta debe ir acompañada de una redefinición de su masculinidad por el siguiente motivo: “no se puede trabajar con las víctimas el hecho victimizante, sin ver todo aquello que no está resuelto; y gran parte de lo que no está resuelto, es el tema de cómo conciben su masculinidad”.
Escucha la mesa «Estado, Fuerzas Armadas y Masculinidad»:
