339. Violencia, masculinidad y biopolítica. Maestro Rabin Amadeo Martínez

La violencia en México se combate con un ejército de hombres desechables.

La violencia es consecuencia del neoliberalismo que promueve un sistema injusto y deshumaniza a quien está inmerso en él. Para el Maestro Rabin Amadeo Martínez / el neoliberalismo ha propiciado el incremento de la pobreza en México y esto convierte a miles de personas en carne de cañón para el crimen organizado y las fuerzas del estado, “en nuestro país, el sacrificio es un acto cotidiano”, aseguró el investigador.

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“El territorio nacional se ha convertido en una fosa común: cuerpos mutilados y exhibidos; poblaciones exterminadas; ejecuciones extrajudiciales por parte de las fuerzas armadas”. El maestro Martínez asegura que, en México, la violencia posee un rostro masculino porque las condiciones sociales, políticas y de estado han reforzado en los hombres la idea de que la virilidad radica en la fuerza, valentía y el poder.

Violencia y biopolítica.
Para el maestro Rabin Martínez la biopolítica convierte los cuerpos en mecanismos de competencia para lucrar con ellos. Se trata de cuerpos que fueron controlados y entrenados para generar violencia.

El Maestro Rabin Amadeo Martínez realizó esta investigación titulada “La masculinidad hegemónica como entidad biopolítica en la actual coyuntura del crimen organizado”. Durante su exposición dijo este cuerpo-instrumento-violento también ha sido preparado para deshumanizarse. Para él, los estereotipos de género siguen presentes en nuestra vida cotidiana y esto permite que la relación entre violencia y masculinidad se naturalice; los medios de comunicación los refuerzan con sus mensajes y la sociedad consume estos productos violentos.

La pobreza es un detonante de la violencia, condición vulnerable en la que se encuentran más de 55 millones de personas en México. Casi la mitad de la población.
Para comprender y dar respuesta a la “geografía del horror que impera en todo el país”, el Maestro Rabin Amadeo Martínez propone que, además de pensar en la violencia como expresión de los estereotipos de género, también se estudie la relación que tiene esta violencia con la economía, la política y el estado. En su opinión, es importante reconocer la influencia del neoliberalismo y la biopolítica en la violencia masculina, pero el tema no es sólo una condición de género, es también el resultado de un bombardeo constante de mensajes a través de diversos medios de comunicación; éstos, que ante todo buscan vender, con sus productos reafirman en los hombres la idea de que su virilidad radica en la fuerza, la valentía, el poder y la violencia:
“…se prepara a los cuerpos para morir… se condiciona a los cuerpos para el sacrificio”.