411. “Crimen organizado, delitos y narcotráfico II” Diversidad y masculinidades en situación de cárcel

La cárcel es el reflejo de los conflictos y carencias que enfrenta el México contemporáneo.

El 43% de la población que se encuentra en proceso de ser sentenciada ha estado encerrada, en promedio, durante más de dos años, su reclusión se debe a delitos “menores” y la mayoría no puede pagar una fianza. Las condiciones en las que viven los presos son de carencias y abusos debido a que las condiciones de vida en estos centros penitenciarios depende de diversos factores: poder adquisitivo, situación familiar, su relación con grupos del crimen organizado y, en el caso de los hombres también influye su masculinidad. Al respecto, la Maestra Ángeles Lara López y la Doctora Norma Luz Ramírez Alpirez, integrantes del Programa de Educación Superior para Centros de Readaptación Social (PESCER) compartieron sus experiencia en esta área.

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La situación de los presos transexuales es poco investigada en México, en algunos casos se trata de personas que no han hecho cambios radicales a su cuerpo y por tal motivo, aunque ellas se asumen como mujeres, por su condición genital, son asignadas a Centros penitenciarios masculinos donde sufren de abuso sexual, psicológico y físico que pone en riesgo su vida. Ari Vera Morales, Directora de la Asociación Civil Almas Cautivas, ha trabajado con personas transexuales en situación de cárcel y son ellas las que le han dado estos testimonios.

La cárcel de los enfermos mentales, así se le conoce al Centro Varonil de Rehabilitación Psicosocial (Cevarepsi) que brinda tratamiento psiquiátrico a internos provenientes de otros reclusorios. El Cevarepsi es único en su tipo en la Ciudad de México y está en el abandono total, afirma el psicólogo Antonio Rabasa Gonzáles de la Vega. Los reclusos pasan entre 3 y 15 años dentro de estos centros y al salir no tienen opciones de vida porque son rechazados por su familia y, no pocos de ellos, terminan viviendo en la calle.

Estudiar y trabajar el panorama carcelario en México también permite reconocer las realidades de subordinación que enfrentan los hombres fuera de los centros penitenciarios. Es una mirada a la realidad de nuestra cotidianidad “de la que somos cómplices y víctimas”, explicó la Dra. Gloria Careaga al compartir su impresión sobre las investigaciones presentadas durante la mesa de trabajo “Crimen organizado, delitos y narcotráfico II”

Para los investigadores los conflictos que surgen dentro de las cárceles les ofrecen una mirada sin reservas de lo que sucede afuera, en la vida cotidiana de millones de mexicanos. La cárcel es un reflejo de la sociedad contemporánea y este tipo de trabajos permite nombrar otras realidades de las que no somos conscientes. Por lo tanto, coincidieron los investigadores, es necesario que la academia se involucre en el trabajo de readaptación social porque el castigo no basta para que, quienes cometen un delito, se reintegren a la sociedad: encerrar contiene el problema, pero no lo soluciona a menos de que se trabaje con los presos desde otras áreas: psicológicas, emocionales y educativas que les permitan encontrar otras formas de vida digna a través de la cultura de paz.

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México 48.7% de su población son hombres.

Escucha la mesa de trabajo “Crimen organizado, delitos y narcotráfico II”: