Distrito Federal (Quinta parte)

¿El papel fundamental de un padre corresponde solamente al de un proveedor? ¿Cómo repercute tal condición en su salud, en las relaciones afectivas con su familia? ¿Qué pasa con el cuidado, el disfrute y la convivencia con los hijos? El Doctor Juan Guillermo Figueroa considera que la cercanía del padre con los hijos siempre trae beneficios, incluso –afirma- hay estudios psicológicos que demuestran que cuando el padre está presente en el momento del nacimiento de su hijo crea vínculos más estrechos para el resto de su vida.

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El Distrito Federal es una de las ciudades con mayor relevancia económica en México. En la capital del país se encuentran empresas y corporativos en grandes edificios de estructura moderna; sin embargo, al salir de esos lujosos espacios y acercarse un poco a los barrios de la periferia de la ciudad, puede observarse lo gris de su estructura, así como las batallas diarias que sus habitantes enfrentan para vivir.

En el DF, al concluir el año 2013, se encontraban económicamente activas alrededor de 4 millones 500 mil personas, de ellas el 69.76% eran asalariados y el 5.9% desempleados. Los datos de la Secretaría de Empleo y Productividad Laboral también muestran que el índice de desocupación en hombres es 10% mayor que en mujeres. Las carencias originadas por el desempleo y los bajos salarios han provocado, entre otras cosas, que los hombres vean afectada su capacidad de proveer económicamente a su familia y esto inevitablemente afecta su salud física y emocional.

Juan Guillermo Figueroa, filósofo, Dr. en Sociología y Demografía Social, e investigador del Colegio de México ha enfocado sus trabajos más recientes al tema de salud, enfermedad y muerte en el ejercicio de la paternidad. En noviembre, durante la cuarta sesión del Seminario Permanente de Investigación 2013, Derechos desde la mirada de Género, del Colegio de México, el Doctor Juan Guillermo reflexionó sobre el malestar físico y psicológico que causa en los hombres la imposibilidad de cumplir con su papel de proveedor.

En México el desempleo ha aumentado notablemente en los últimos años, y con ello se ha agudizado el malestar de los hombres que conciben la proveeduría como la principal responsabilidad de la paternidad. Según datos del INEGI, hacía noviembre de 2013, la tasa de desocupación en el país fue del 5.1% de la Población Económicamente Activa. 4.98%del total de los hombres en edad productiva estaban sin trabajo.

Con la historia de un trabajador del Sindicato Mexicano de Electricistas (SME), Juan Guillermo Figueroa ejemplifica la situación extrema que puede enfrentar un hombre sin empleo y que es cabeza de familia.

La migración sigue siendo una opción para hombres que no encuentran empleo en nuestro país y con el objetivo fundamental de seguir siendo proveedores de la familia se alejan de ella periódicamente, e incluso por años. En su exposición titulada “Algunas reflexiones sobre la paternidad y procesos de salud-enfermedad en los varones” Juan Guillermo Figueroa aborda el caso de los migrantes mexicanos a partir de la pregunta que lo motiva a buscar diversas respuestas ¿Tienen algo que ver las experiencias paternas con los procesos de enfermedad y mortalidad en los hombres?

Las reflexiones sobre el ejercicio de la paternidad han llevado al Doctor Juan Guillermo Figueroa a plantearse preguntas de muy diversa índole, por ejemplo ésta: ¿será que por sobreponderar la responsabilidad, se está descuidando lo lúdico y la convivencia con los hijos?