230. Fisiculturismo, efectos y consecuencias.

“Vigorexia: enfermedad de la belleza masculina:”

Este trastorno que afecta a hombres de entre 17 y 35 años de edad suele estar vinculado con el fisiculturismo. Se trata de hombres que tienen altas probabilidades de desarrollar trastornos alimenticios, emocionales, físicos y sociales; sin embargo, ellos ocultan estos malestares tras el reconocimiento de su “metamorfosis corporal”. Sobre esto habla Alejandro Ulises Estrada Medina, del Departamento de Estudios Sociales de la Universidad de Guanajuato.

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La imagen corporal tiene efectos en la persona: cómo se ve, cómo se siente y qué piensa sobre sí misma. Este es el tema que se aborda en la investigación titulada “La construcción del cuerpo entre hombres que practican el fisiculturismo”, deporte que pone en riesgo la salud. Aquí la voz de Ulises Estrada.

Atrofia testicular, crecimiento de la próstata, disfunción tiroidea, toxicidad en el hígado y debilitación del sistema inmunitario son algunos de los efectos adversos que sufren aquellos varones que padecen vigorexia y hacen uso de anabólicos para incrementar su masa muscular, esta obsesión por el “cuerpo perfecto” los lleva a correr riesgos peligrosos para su salud. Así lo ha señalado la Dra. Ivy Jasso Martínez:

A partir de la década de los noventa se estableció un nuevo estándar respecto al ideal del cuerpo “fisiculturista”: más músculos y niveles mínimos de grasa corporal. Los hombres que utilizan anabólicos padecen enfermedades renales, cardiacas e incluso derrames cerebrales, así lo informó la Sociedad Americana de nefrología desde el año 2010 y en el año 2015, afirma la Dra. Ivy Jasso, esos casos se incrementaron porque estos varones creen poseer una especia de “invulnerabilidad masculina”:

La construcción de estos cuerpos que han sufrido una “metamorfosis” trasciende lo físico y se convierte en simbólico, tema que resultó de interés para algunos asistentes a la conferencia “La construcción del cuerpo entre hombres que practican el fisiculturismo”. Aquí la voz de dos de ellos.

“belleza masculina”, “metamorfosis corporal”, “anabólicos”, “cuerpo perfecto”. Todas estas palabras están vinculadas a la “vigorexia”, enfermedad que padecen aquellos hombres que creen poseer “invulnerabilidad masculina”. Este tipo de trastornos aún no aparecen en estadísticas de salud pública a pesar de que, como ha señalado el Dr. Guillermo Nuñez Noriega: “no solo se trata de hombres “fuertes”, es un problema que encierra muchos matices emocionales, sociales, económicos y psicológicos que forman parte de la construcción masculina y que es necesario analizar.”